Lunes, 18 de febrero de 2013.
Hace casi un mes que estuve en el Archivo Histórico de Defensa, concretamente el 20 de enero. Ese fue el día que ante la imposibilidad de ver el expediente judicial del abuelo, formulé una reclamación ante las autoridades del Archivo.
Hoy he recibido la repuesta:
Tengo derecho a ver el expediente de mi abuelo por muy lamentable que sea su estado. Entiendo que no permitan fotocopias o fotografías, pero no pueden negarme que compruebe por mi misma ese "mal estado de conservación". Floren Dimas me dice, con toda razón, que no me pueden negar la autorización para acceder al sumario aunque solo sea para verlo, de la misma forma que la policía no puede negar que los familiares se despidan, por muy deteriorados que estén los restos, de un finado.
En otra parte del escrito comentan que: "una vez que la Dirección del Sistema Archivístico de Defensa, establezca un nuevo plan de intervención en materia de restauración del patrimonio documental, se tomarán las medidas adecuadas para la consolidación de aquellas unidades o series documentales que así lo requieran".
Aunque parece que me toman, nos toman, por tonta/tontos, no es muy difícil entender que no tienen ningún plan de restauración previsto a corto, medio, ni largo plazo. Y en cuanto a tomar las medidas adecuadas para las unidades que así lo requieran, me gustaría recordar que se trata de millones de documentos que en lugar de encontrarse en proceso de restauración están en proceso de destrucción y que lamentablemente se perderán por la desidia de la Administración y caerán en el olvido para desgracia de muchos que nunca sabremos que ocurrió con nuestros familiares y la alegría de otros que seguirán negando la sangrienta represión franquista.
Es absolutamente deplorable que un Estado que se llama democrático no haga nada por conservar una parte de la historia que se debería recordar siempre y que forma parte del patrimonio documental de todos los españoles.
Hace casi un mes que estuve en el Archivo Histórico de Defensa, concretamente el 20 de enero. Ese fue el día que ante la imposibilidad de ver el expediente judicial del abuelo, formulé una reclamación ante las autoridades del Archivo.
Hoy he recibido la repuesta:
"Le informamos que, tras ser valorado por el equipo técnico del Área de Conservación, no es posible acceder a su petición en las actuales circunstancias, debido a que la documentación solicitada se encuentra en mal estado de conservación, por lo que cualquier manipulación puede provocar pérdidas irreemplazables en el soporte documental del expediente"Subrayan el "no es posible" que yo interpreto como "no insista más". Es evidente que la respuesta no podía contradecir a la del Coronel y que yo pienso seguir insistiendo. En el mismo escrito señalan que puedo establecer recurso contra esta resolución ante la Subdirección del Subsistema Archivístico del Órgano Central y así lo haré.
Tengo derecho a ver el expediente de mi abuelo por muy lamentable que sea su estado. Entiendo que no permitan fotocopias o fotografías, pero no pueden negarme que compruebe por mi misma ese "mal estado de conservación". Floren Dimas me dice, con toda razón, que no me pueden negar la autorización para acceder al sumario aunque solo sea para verlo, de la misma forma que la policía no puede negar que los familiares se despidan, por muy deteriorados que estén los restos, de un finado.
En otra parte del escrito comentan que: "una vez que la Dirección del Sistema Archivístico de Defensa, establezca un nuevo plan de intervención en materia de restauración del patrimonio documental, se tomarán las medidas adecuadas para la consolidación de aquellas unidades o series documentales que así lo requieran".
Aunque parece que me toman, nos toman, por tonta/tontos, no es muy difícil entender que no tienen ningún plan de restauración previsto a corto, medio, ni largo plazo. Y en cuanto a tomar las medidas adecuadas para las unidades que así lo requieran, me gustaría recordar que se trata de millones de documentos que en lugar de encontrarse en proceso de restauración están en proceso de destrucción y que lamentablemente se perderán por la desidia de la Administración y caerán en el olvido para desgracia de muchos que nunca sabremos que ocurrió con nuestros familiares y la alegría de otros que seguirán negando la sangrienta represión franquista.
Es absolutamente deplorable que un Estado que se llama democrático no haga nada por conservar una parte de la historia que se debería recordar siempre y que forma parte del patrimonio documental de todos los españoles.
María Torres
Nieta de un republicano español.
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